Permanece por estos días en Barranquilla Ray Olan, un músico nacido en Brooklyn, Nueva York, pero de profundas raíces boricuas, quien a finales de los 60 impuso en nuestro medio salsero el tema Sasón.

Era la época del boom de la salsa, y Olan y su Sasón quedaron para siempre incorporados en la sonoridad afrocaribeña que comenzaba a palpitar en picós, verbenas, bares, estaderos y emisoras de la ciudad.

Ese solo tema del artista se convirtió en un clásico, un disco que llegó con facilidad al sentimiento de la gente y se transformó en un referente a la hora de bailar y degustar salsa genuina, la de los albores, la que los especialistas suelen llamar “salsa dura”.

En el diálogo con Zona Cero, Ray recuerda que Sasón lo grabó a la edad temprana de 15 años, cuando era un adolescente sin siquiera contar con documento de ciudadanía.

“Imagínate tú, que para firmar el contrato de grabación tuvo que subir mi madre a suscribirlo en el sello Tico-Alegre, porque a mi la ley no me lo permitía por razones de edad”, recuerda entre risas y con el inalterable acento que acompaña a los puertorriqueños, hayan nacido en la isla o en cualquiera otra parte del mundo.

Ahora que nos visita, Olan trae grabada una nueva versión de un viejo tema conocido en Barranquilla, Vasos de colores, del desaparecido sonero puertorriqueño Marvin Santiago.

“Fue una sesión en vivo, grabada en Cali con la orquesta Kimbara y la voz de Héctor Mayoral, quien me acompaña, un joven de Puerto Rico, que reside en California”, añade.

Sin embargo, Ray Olan, quien se encuentra acompañado de su esposa Mary Olan, llega a Barranquilla con una propuesta de un tono diferente al entorno de su añejo disco Sason con el que se le recuerda.

"Es que yo trabajo en estos momentos con mi fundación, con la comunidad, les dedico el tiempo a niños de 6 años en adelante y adolescentes de escasos recursos, de sectores marginados de las ciudades, en la enseñanza de música, del manejo de instrumentos y vocalización”, explica.

“Ofrecemos nuestro conocimiento a entidades públicas y privadas, y a cualquiera que quiera ayudar a la formación musical de estas comunidades, pues no lo hacemos por sentido económico, sino el de dejar una huella, sembrar una semilla en niños y jóvenes para lograr una mejor sociedad en el futuro”, enfatiza el artista.

Este podríamos decir es el componente musical de la propuesta artístico-cultural que recae en manos de Ray, mientras que por parte de Mary Olan hay otro elemento no menos importante.

“Me dedico a lo de las artes plásticas y en ese sentido vuelco mi labor también dirigido a las comunidades menos favorecidas de las ciudades con preferencia en la mujer”, explica la dama.

Igualmente se enfoca en el empoderamiento de las mujeres y su formación para el papel que debe desarrollar en estos momentos en la sociedad.

“La mujer puede ser vulnerada en diferentes aspectos, por eso nuestro trabajo se concentra en trabajar en su formación”, señala asimismo la señora.

Ray y Mary Olan ya son viejos conocidos en el país en esta labor, afirman haber trabajado con comunidades en Bucaramanga, Cali y Medellín.

“En Bucaramanga desarrollamos un trabajo con la Universidad UIS, además de otras instituciones”, reitera Ray.

Afirman que permanecerán en Barranquilla hasta el primero de marzo, y que están dispuestos a escuchar voces que se interesen en esta propuesta socio-cultural. El teléfono para contactos es +1 727-744-1569.

Durante su estadía en la ciudad el consagrado músico ha podido palpar el ambiente salsero de la ciudad con la visita a varios estaderos, entre estos La Troja, donde el domingo pasado los asistentes le brindaron un caluroso recibimiento al ritmo del superéxito Sasón.

También pudo disfrutar del sentimiento carnavalero que invade a la gente en esta temporada.